En la actualidad, ocurren numerosos cambios, se presentan oportunidades pero también dificultades, y estas últimas generan una de las mayores problematicas que posee el Carmen de Bolívar y esto se condensa en una sola expresión: La falta de oportunidades.
De acuerdo a este alto grado de desempleo la comunidad carmera necesita a gritos la generación de espacios que demanden el desarrollo de sus conocimientos aplicables en el ámbito laboral, la solución de este se gestara a través de un proceso ideológico en aras de favorecer a todos y en especial a los que vienen formándose en la actualidad.
Para ninguno de nosotros le es extraño escuchar que: “estamos condenados al atraso”, pensamiento que hay que derrumbar y propiciar la hegemonía laboral. Nuestro ethos muestra un sin numero de luchas constantes que contribuyen a no quedar en el olvido a la superación de elementos que no coinciden con el progreso y optar por comenzar la transformación de manera inmediata.
Por ende el ethos vital carmero necesita desarrollarse y adaptarse a estas epocas actuales, para ello existe un elemento que brinda una satisfaccion profunda, dentro de su valoracion etica y este se conoce como el reconocimiento. Y este reconocimiento se da en esta epoca de globalizacion a traves de un empleo con una remuneracion justa al esfuerzo que debio ejecutarse dentro y fuera de la Academia.
Esto se hace a partir de la justicia de oportunidades y la evidencia de ser de uno u otra forma cuidadanos economicos –nuevo componente humano dentro de este mundo globalizado-; este nuevo escenario de competencia y liderazgo social necesita excluir el desplazamiento ideológico que no ha favorecido a nuestro municipio, que por el contrario esto ha generado una fractura en el progreso social que nuestros habitantes demanda. Es lastimoso que grandes ideólogos carmeros opten por dejar a un lado el esfuerzo de nuestros antepasados hasta el punto de arribar esporádicamente a nuestro municipio, única y exclusivamente para añorar momentos pasados o para disfrutar de lagunas fiestas populares.
Hoy es necesario implementar ese producto cognitivo alcanzado por muchos fuera del contexto municipal para iniciar la reconstrucción de un nuevo tejido social más sensible y mucho más comunitario.
Para concluir podemos plasmar que el fomentar el progreso y generar una justicia distributiva para todos los carmeros es un acto altruista, el expresar que existe la problematica y no hacen nada es agrandar a un mas esta situacion porque sobre todo este desplazamiento ideológico es un factor negativo que sucumbe en nuestra sociedad, debido a este hay una fractura inconmensurable que faculta al incremento desmesurado de los escenarios de pobreza y estos a la perdida de cualquier tipo de esperanza que apasigue esta realidad.
Para todos nosotros dejar una huella positivo en nuestro entorno debe ser un acto libre y espontáneo, para no solo añorar gratos recuerdos en los andenes de nuestras calles, este acto es necesario y mostrara un alto grado de civilidad y responsabilidad, muchos serán beneficiarios de estos algunos quizas nunca los conoceremos pero le hemos ayudado de forma indirecta a un mejor modus vivendi: Calidad de vida.
Por lo cual construir sobre lo construido es algo viable es un reto que posee como dispocion final ir generando un escenario donde la alteridad sea el motor transformacional de todos los Carmeros, la historia así lo mostrara en los tiempos postreros.
E-mail: saulcohen@live.it
Un nuevo candidato, nuevas ideologías.... Una nueva cara para el Carmen de Bolívar, que se resume en una sencilla y profunda palabra: progreso.
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